Por: Perro
Y sólo estaba esa noche con su whisky.
Y la noche cubría la atmósfera de dudas. Elegantes se agolpaban los errores por los pasillos inundados en olores a pasado y siluetas perpetuas de escenas que marcaban con trazos finos de madera un concierto de sensaciones pasajeras que nunca huyeron.
Una única petición al vacío frío: hazme el amor como si fuésemos desconocidos. Que no importen los pasos pretéritos, que no se cuelen esta noche las incertidumbres que se quiebran al avanzar el futuro sobre ellas.
Y esa noche que duró más de mil trescientas lo condenó a la conciencia de una vida perdida.
No comments:
Post a Comment