Thursday, June 17, 2010

La Frontera de la Gramática

Por: Perro

Son algunos momentos suficientemente sublimes como para pretender transmitirlos con palabras, sin embargo, hay ocasiones que ameritan el intento.

¿Algunos?


El recuerdo de tu risa sincera, libre, a la sazón de una tarde plagada de la magia de lo sencillo.

El calor de tu cuerpo que invade mis sentidos y tu aroma que permea por toda la habitación al amanecer.

Tu espalda y tu silueta, el olor de tu piel desnuda, al anochecer, al amanecer, tus pies que contrastan con el piso y la ropa diseminada cuidadosamente por el azar.

Un abrazo capaz de vencer el frío ambiental y cercarnos aparte, en un mundo muy aparte.

La caricia que rompe con la tarde cotidiana, el toque que supera la magia del lugar extraordinario.

La llamada que asfixia al tedio de las pequeñas luchas que se libran en lo corriente del pasar de los días cuando no estoy contigo.

Tu mirada, que corresponde a la mía, a mi inquietud, a tu duda, que reta a la sociedad en la que vivimos con la fuerza de tu sentir. Y del mío. Es el reflejo de mi ser en tus ojos.



Las intenciones diáfanas en tus besos homogéneamente repartidos no dejan lugar a dudas respecto a lo que siento yo por ti, y tu por mí.

Las lágrimas que escapan a razón de las situaciones, las canciones, los poemas, los instantes, los mensajes, los textos, los abrazos y las locuras; esas lágrimas que denotan la ausencia de palabras, el exceso de sentimientos, lo superfluo del lenguaje cuando se intenta no ser redundante y lo limitada que tenemos la imaginación cuando tratamos de hacer sentir a la fracción real de nuestros sueños un fragmento de la piel erizada, de la excitación, del placer, del gusto, del amor, del cariño, de la confianza que sentimos a su lado.

Tu aliento que murmura en mi oído las palabras que soñaba mientras veía tu rostro en imágenes lejanas, las palabras que cambian el horizonte, las palabras que cruzan fronteras: TE QUIERO.

Sunday, June 06, 2010

El idioma universal I

Por: Perro


-I: Desamparo, ver. 1.0.0-


Caminas en una tarde oscura. Tres días sin comer. Sin crédito en el celular. Cinco pesos en la bolsa. Empapado por la sorpresiva lluvia de mayo en abril. Se mojó tu pasaporte, única identificación que poseías. La mochila rota. Los tenis rotos. Asoma tu dedo al frío exterior a través de tu calcetín roto. Gastritis y la molestia de la rodilla. El agua a los tobillos… el golpe de frente en el dedo expuesto con el pedazo de tubo de metal en el cual no reparaste por caminar aprisa para llegar pronto a casa, donde nadie te espera. Se fue la luz. Olvidaste cerrar la ventana: tu cama, empapada. El librero, empapado. La ropa sucia. Sin comida en el refrigerador. No hay alcohol en tu alacena. Has dormido dos horas a causa de un compromiso que se canceló. Se acabó el gas. Te das cuenta que has perdido la cartera porque no cerraste la mochila. Azotas la mochila y pega con el cargador del celular… ahora se ve inservible. Un libro cae del librero, el peso del agua hace que ceda a la gravedad: ahora las letras de Baudelaire nadan en el charco que se extiende metro y medio desde la ventana. El dolor de cabeza se torna brusco e insoportable. Suben de tono las cosas con la fiebre y el escurrimiento nasal.


-II: Éxtasis, ver.1.0.0-

Afuera llueve, El viento apenas tiene fuerza para desviar las gotas de agua hacia la ventana. No importa. El húmedo frío se cuela por entre la puerta y la ventana mal cerrada. No afecta. La poca luz que deja pasar el nublado cielo esa tarde se extingue mientras las velas apenas iluminan la habitación. Tu olor llena la habitación. Sólo se alcanza a distinguir apenas el ruido del agua cayendo cuando desaceleras la respiración. Tu ropa yace por el piso de la habitación mezclada con la mía. Siento el sudor en mis manos y en tu piel, cálido, indistinguible el uno del otro. Disfruto tu tersa piel deslizarse bajo mis palmas y tu cuerpo moverse al compás del deseo. Me besas, me muerdes, mientras todo adquiere un nuevo tono. Puedo atreverme a decir, por tus besos, que me quieres, que esta tarde morará por siempre en nuestras mentes. Puedo aventurarme a pensar que el abrazo en el que nos fundimos, que el calor que intercambiamos, que tu olor a perfume, lápiz labial, shampoo, sudor y saliva que se mezcla con mi menos agraciado aroma, son indicativos de pasión entre nosotros.

Hay al alcance de la mano un líquido fresco que disipa con su ingestión un poco del calor y devuelve la noción del clima exterior. Agitada aún, te alcanzas a acomodar de manera tal que mi cuerpo cubre la totalidad de tu extensión, de espaldas a mí. Agarras mi mano y la colocas sobre tu muslo, me obligas involuntariamente a la caricia. Te tomo de la cara y te beso. Es tu respuesta la más dulce y más agradable que podría haber esperado jamás. Tapo nuestros cuerpos con una sábana que escapó de la batalla recién librada y su textura ligera y suave pronto conforta nuestro cansancio e invita al sueño. La tarde se extingue mientras reposamos uno junto al otro, con el calor (físico, emocional) suficiente para que ese anochecer no perturbe el momento. 

Llueve profusamente.

Farmacopea de la Perdición. BESO. PRODUCTO PSICOA(DI)CTIVO.

Por: Perro

Contiene no menos de tres segundos de fugaz y pasajera sensación de cercanía.



Cada beso contiene:
Picardía 1 dosis
Lisozima al menos 200,0 mg

Ternura c.b.p. hacer sufrir a la contraparte analítica ante la privación del mismo


Descripción: Efímero contacto tibio, de sabor variable entre dulce y amargo en función de la etapa en que se vive, agradable al tacto y de olor característico.
El producto preparado con esmero contiene no menos de la cantidad de sensualidad necesaria para despertar excitación (tanto en el analizador como en quien proporciona el beso).


SUSTANCIAS DE REFERENCIA: Ésos labios que no permiten el olvido, ésos que el pasar de los años no los arruinan sino que los hacen más deseables, ésos que la distancia y el tiempo hacen más irresistibles…


ENSAYOS DE IDENTIDAD


A. MGA 2002. Análisis de conducta
Preparación de la muestra: Se toma al analizador por la cintura, por la cadera, por la espalda o por donde se deje. Puede ser o no necesaria la experiencia en el manejo del mismo.
Procedimiento: Con la mirada clavada en los ojos, o no, suavemente se coloca la boca sobre sus labios y el roce y el calor de ambos cuerpos indicará la forma de proceder (MGA 0001 o MGA 0003). Si el contacto con las extremidades corporales es lento y delicado, se procede al método 0001. Caso contrario, se deberá seguir con el MGA 0003 y cualquier variante descrita posteriormente en otro documento.


B. MGA 0001. Beso suave
Procedimiento: Aunque no existe un único y absoluto método normalizado, las especificaciones que hacen que el producto caiga en esta clasificación exigen que se cumplan al menos algunas acciones básicas: i) las caricias son superficiales más no superfluas, e incluyen algunas incursiones coquetas debajo de la ropa; ii) los besos son pequeños en duración entre uno y otro, con contactos suaves y repetitivos; iii) la respiración es profunda pero pausada, se disfruta del olor del otro individuo; iv) los abrazos son suaves y por lo general no se pierden hasta concluida la operación analítica. En ocasiones, si las situaciones son propicias, el método de análisis 0001 puede virar al 0003.


C. MGA 0003. Beso apasionado
Cuando las condiciones son adecuadas, el MGA 0001 puede desembocar en el MGA 0003 cuyo procedimiento se describe a continuación.
Procedimiento: Si bien no existe un método analítico único, existen ciertas consideraciones especiales que no se deben dejar pasar durante esta operación: i) las caricias son fuertes, arraigadas a la piel o la ropa, dejan marcas y arrastran el sudor por todos lados donde atraviesan; ii) los besos son largos en duración y los contactos son profundos, involucran otras partes de la cavidad bucal adicional a los labios (lengua, dientes) y buscan abarcar grandes extensiones de dicha porción anatómica en cada movimiento; iii) la respiración es profunda, fuerte, agitada, y se puede sentir más que nada el sabor de la persona besada; iv) los abrazos se confunden con apretones de las manos en regiones anatómicas extensas y generalmente bien localizadas. Por lo general se acompañan de movimientos corporales que estimulan o simulan el acto coital y que por la misma razón puede llevar a culminar en el mismo o en actos similares.

VALORACIÓN. MGA 0004. Inspección visual. Si el análisis concluye con la finalización del beso, el método recomendado es la inspección visual de la contraparte analítica. Una de las acciones recomendadas es el contacto visual; si el análisis fue adecuado, al momento de contactar visualmente a la contraparte se podrá constatar el éxito con una sonrisa, un abrazo, una caricia o el paso directo al MGA. 0003. Caso contrario, puede presentarse alejamiento, cara de desaprobación, bofetada o algún otro procedimiento que indique no conformidad.

La muerte de un segundo

Por: Perro


En pequeños instantes de abstracción, te pienso.


Repaso tus ojos, tus caricias, tus besos. Me pierdo en el recuerdo apenas entre las miles de personas que me rodean. Solo.


Te pienso. Trato de no sentir ese temblor que sale obligado por la razón de tu memoria. Momentos. Pedazos de tiempo que me robas al no estar conmigo.


Te pienso. Veo tu andar en el vaivén de las olas, en el paso de las nubes. Tengo necesidad de olerte, de que me toques, de mirarte, de que te quedes.

Te pienso. Tú y tus errores, tus preciosos errores. Tú, perfecta por ser humana, simple, sencilla, bella cuanto natural.


Te pienso. Te pienso en el pasado, te siento en el presente, te extraño en el futuro.


Te pienso. Te pienso estando lejos. Te pienso en un momento a años de distancia. Y de tiempo.


Te pienso con ansias y te pienso con miedo. Te pienso con cariño, te pienso sin tedio. Te pienso con pasión. Te pienso en silencio.


Te pienso. ¿Qué pienso? No es una particularidad, pues es la suma de las partes siempre menor que el todo. Pienso, sin embargo, detalles que fragmentan tu ser. Partes de ti, tangibles y veraces, preciosas, fugaces.


Te pienso. Y por dentro pregunto: ¿En qué momento te saliste de mis manos y te metiste en mi cabeza? Te pregunto: ¿Es el lugar en que quieres morar? De toda manera, es sólo la mitad de la respuesta apenas tu voluntad. Te pienso. Y eso, no lo puedes controlar.


Nada está mal. Sólo está ahí.