Thursday, July 29, 2010

Relatos de un cerebro desmielinizado. Vol. 01.

Por: Perro


Corría la lejana tarde. Un calor de ésos que ese torna insoportable sin una cerveza. Aún un poco dañado por lo sucedido anoche, veo la polvareda que se esfuma a lo lejos en los pulmones de los transeúntes y pienso en ti. Doce horas antes te oía, te sentía, vivía.

Un cigarro se escurre hacia mis dedos y lo enciendo lentamente mientras trato de olvidar los detalles y continuar con lo pactado. Se aviva el fuego en el tabaco con cada inhalación como mi pulso cuando recuerdo tus besos.


A pesar de tu camino (y a veces pienso que a pesar tuyo) sigues sabiendo un poco a inocencia. Esa delicada lentitud en los momentos que suceden al contacto con tus labios sabor a cerveza y a pecado me tortura porque la adicción no conoce la saciedad; sobra decir con que ésta no se calma con probar para matar la curiosidad, sino que es la segunda quien, si se ve satisfecha, no s recluye a una vida de búsqueda de nuevos y cada vez menos efímeros contactos con el origen de su origen.


No te culpo. No era tu elección ser mi pasión. Y lo lamento. Ojalá no fuera yo tan desagradable. Tu fortuna es no tener que vivir de nuevo ese día. Mi desconsuelo es el mismo. Tómalo como una buena acción sobre un viejo borracho que no lo valía, pero que lo aprecia.


Gracias por dejarme ser un sucio error en tu camino.


Eu gosto de vocé. Muito.

No comments: