Tuesday, July 15, 2008

Por qué todo ser humano necesita afecto (el efecto gossip)

Por: Perro

Cuando decidimos bajar de los árboles, movidos por quién sabe qué motivo, los lazos de unión grupal provocados por el acicalamiento se vieron minimizados. Estos lazos permanecieron y sólo cambiaron de manifestación: de un lazo físico a uno auditivo. Es la sensación de saberse acompañado, la sensación de concebir que hay alguien más allá afuera y que nos da la seguridad de no estar locos o la de no ser sólo un mal sueño en la cabeza de algún retorcido, esperando que despierte para desaparecer.

¿Por qué nos gustan las caricias?

Cuando el lazo físico desaparece –evolutivamente en el momento en que perdemos la cola y descendemos de los árboles, ontogénicamente cuando perdemos la dependencia absoluta y descendemos de los brazos de nuestra madre- el único consuelo, la única reminiscencia que queda del contacto estrecho, es la palabra.

Se dice que no hay peor tristeza que el ser ignorado, saberse perdido (“hoy morí en la mente de quien ya no me recuerda”). Por eso peleamos, porque pelear es cuestión de dos y la palabra funge como lazo, como intermediario. Porque cuando lo físico es rebasado por las distancias, no queda más que la palabra. De ahí el éxito de los celulares (para más información sobre los peligros que conlleva el uso de celulares, remítase el lector a: http://lastierrasyermas.blogspot.com/ ), la larga distancia, y ahora, la palabra escrita a la usanza del siglo XXI: el internet. Las horas interminables de madrugada que tratan de disminuir el espacio alargan la conversación.

Pero la vida del hombre coloca más barreras conforme consigue evadir las anteriores y muchas ocasiones las necesidades de romper barreras son aprovechadas por la mercadotecnia para elevar costos y cimentar nuevas barreras que conformarán las nuevas necesidades de una generación vacía por la lejanía biológica que desesperadamente trata de estrechar la distancia, por lo general sin mayor éxito que los minutos de tiempo aire que puede comprar.

Hace entrada triunfal su majestad, la red (Internet para los cuates), con una palabra más fría, que sustituye emociones y expresiones con emoticones, que genera toda una nueva gama de relaciones y situaciones biológicas de potenciales cruces otrora imposibles hoy se concretan en sitios y programas virtuales. Es la desesperación innata por no sentirse solo, por saber que allá afuera, habitan otros seres con necesidades como nosotros.

¿Es, acaso, el destino de nuestra especie, conocer cada vez más personas a costa de saber cada vez menos de cada una de ellas? ¿Perder la relación estrecha en pos de una red de “amigos” cada vez más y más grande? Hacía un millón de años nuestro grupo, nuestro mundo, era de 50 individuos. Hoy, cruzamos miradas con millones de individuos en nuestra vida, palabras, correos electrónicos, entradas en blogs (como este mismo) con miles, abrazos y besos con unas decenas, pensamientos con dos o tres y sentimientos a veces ni con uno mismo.


Un apunte: Si te dejas peinar, entenderás por qué es tan feliz un perro al que acarician. Uno busca contacto de cualquier forma, pero el contacto más rico, por lo físico y por lo que significa, es la caricia. Nada como una caricia despreocupada que no sepa de moral y que no entienda de prejuicios. Suave, reconfortante, relajante. Una delicia, y más si viene de alguien con un mínimo de aprecio (sentimiento de pertenencia = seguridad). Gran fenómeno, y regresamos a las ramas…


A modo de corolario: Un beso es una caricia que se da con los labios…

2 comments:

oscar said...

quiza es nuestro deseo oculto de autodestrucción lo que no nos permite abrirnos a los demás, aislándonos en esta comunidad global donde la soledad en compañía se vuelve costumbre o comodidad. En este ambiente, los radiofaros para emitir y recibir comunicados siempre serán apreciados...

aBbY said...

Frio, así es todo este sistema de la red, ya se ah perdido la candidés del contacto humano, ya ni siquiera estamos seguros de que en verdad se "hable" con la persona que se dice estar del otro lado de la pantalla, sin embargo la red tambien es un bue medio para "hablar" con esas personas que están tan lejos y tan cerca de nosotros a la vez, que irónico... cómo siempre me gustó lo que escribiste, lastima que mi comentario de la vez pasada se perdió... aBbY.