Sunday, January 27, 2013

La pesadilla de Darwin… y de Marx… y de otros tantos



Por: Perro

A veces una segunda mirada deja una visión más profunda. Ver nuevamente “La pesadilla de Darwin” (Darwin’s Nightmare, Hubert Sauper, 2004) abrió ante mis ojos la crueldad del acto criminal comercio injusto/explotación/venta-de-mentiras. El dinero es, en mi opinión, el mayor error de la humanidad. Sin embargo, alcanza un estado de deidad en tanto facilitador de bienes. Cuando se explora la intrincada relación Unión Europea (UE)/Tanzania/resto de África plasmada en este extraordinario documental, queda claro que el menor de los problemas, la mínima importancia en esta cadena es, para la UE, la decadencia en que deja a África en beneficio de la producción de derrama económica en los poderosos (término con que la misma gente de Tanzania se refiere a los europeos). La producción de pescado (perca del nilo, Lates niloticus) por parte de los tanzanos supone el auge de una industria que explota un pez exótico de la región, introducido entre 1950 y 1960 en el lago como parte de un intento por catapultar la economía de Uganda en la exportación de un pez con importantes valores agregados (Pringle, 2005). Este pez es el responsable indirecto de la extinción en masa –o al menos su identificación como en peligro- de cientos de especies endémicas del Lago Victoria (Kaufman, 1992). Pero es también fuente de alimento para 2 millones de europeos diariamente, dadas las 500 toneladas de perca que se producen por día en el Lago Victoria. Sin embargo, 2 millones de tanzanos viven en franca emaciación. Lo que resta de las plantas de procesamiento y empacado de pescado es vendido en todo el país: cabezas fritas de pescado. La tragedia de la extinción en masa de las especies endémicas del lago podría hacer sido aprovechada por los trabajadores locales –con el apoyo adecuado del gobierno- para que fuera el excedente de pescado lo que se exporte y los locales pudieran vivir de la pesca de la perca asesina. Pero no es así: los gobiernos ven como “desarrollo” y “progreso” la producción de dinero para las empacadoras (de origen europeo y dirigidas por europeos), con sus certificados de calidad y sus permisos de exportación. Tanzania no ve el beneficio aparente que es triste resultado de la desaparición de su hábitat, otrora uno de los sitios más biodiversos del planeta.

La falta de avance económico y la desigualdad entre los productores y los administradores causan que la guerra se vuelva una oportunidad de mercado mediante la compraventa de armas y la contratación de soldados por la milicia. Es el tráfico de armas, y no de pescados, lo que mueve a esta industria de millones de euros. El sistema saca ventaja de esta situación e impone la idea de que el dinero es bueno, trabajar es bueno, pero que el pescado que ellos pescan, procesan y empacan es imposible de alcanzar con sus paupérrimos salarios. Es esa desigualdad socioeconómica la clave de la subsistencia del sistema: no tener acceso global a comida, recursos naturales y económicos, salud, etc., hace explotables a unos, poderosos a otros y este desequilibrio es lo que mueve la economía del mundo. No importa quién sufra, quién muera, quién padezca las consecuencias, qué ecosistemas haya que sacrificar: la voraz bestia consumista tiene que alimentarse. Será la causa de nuestra extinción. Hemos dañado casi irreversiblemente la cuna, el lugar que nos vio nacer como especie. Situado a pocos kilómetros del Valle del Rift, el Lago Victoria es hoy testigo desahuciado de nuestra imprudencia, nuestra indiferencia y nuestra estupidez. El lago más grande de África ahora padece por culpa de la bestia, hambrienta de euros. Niños drogados, prostitutas, HIV, hambruna y abandono, su legado. Gobiernos que desean vender su tierra, sus recursos, para tener más dinero para comprar pequeños lujos banales y ridículos, a costa de su gente, de su riqueza, de su historia.

It’s only natural…


“The ultimate forms for future societies are ‘consumer democracies,’ which are seen as ‘civilized’ and ‘good.’ In a Darwinian sense the ‘good system’ won. It won by either convincing its enemies or eliminating them. In Darwin’s Nightmare, I tried to transform the bizarre success story of a fish and the ephemeral boom around this ‘fittest’ animal into an ironic, frightening allegory for what is called the New World Order. I could make the same kind of movie in Sierra Leone, only the fish would be diamonds, in Honduras, bananas, and in Libya, Nigeria or Angola, crude oil.”

Hubert Sauper


Referencias:

·         Kaufman L. Catastrophic change in species-rich freshwater ecosystems. BioScience (1992); 42: 846-858.
·         Pringle RM. The Nile perch in Lake Victoria: Local responses and adaptations. Africa: Journal of the International African Institute (2005); 75: 510-538.

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