Tuesday, January 10, 2012

La muerte

Por: Perro

La muerte es un estado transitorio y molesto. No aludo al término de la actividad biológica sino al cese de funciones que se pueden antojar más vitales.
Es ese estado incómodo y estático en el que el agua es tibia, ofensivamente tibia. No te quemas ni te enfrías. Es la convalecencia sin peligro de complicaciones pero sin salud. Es el refractario periodo en que ni comienzas ni estás cerca del final y tampoco estás en movimiento… es la incómoda pausa insulsa que mancha tu carrera. Es la salvación de Benedetti, el desasosiego de Bukowski. Es la hoja a medio leer, a medio escribir. 

Irrita, como un vaso de cerveza templada, sin gas. No tienes fuerzas para levantarte pero tampoco el pretexto para complacerte en el piso. Ni tienes dinero para cambiar al mundo, ni careces tanto de él como para no hacer nada. El punto de inflexión entre la desaceleración y la vertiginosa subida, sin que sepas en qué momento llegaste a ese punto. Estás muerto. Lo sabes porque no hay signos del ollin dentro de ti, y respiras porque no puedes decirle a tus células que les negarás el oxígeno, pero no convencido de proveerlo al cerebro. O al corazón. O de menos a los músculos.
Pausa maldita, ocio de perdedores. Ni estás tan mal que puedas escribir al respecto, ni estás tan bien que puedas escribir al respecto. Los minutos antes de la hora que esperas para gastar. Y lo sabes. Y estás consciente. Y no haces nada, como a la espera de una nueva ola que te arrastre o te obligue a nadar, y la calma tarde te baña con su salado líquido y no es de día ni de noche, y no tienes hambre pero tampoco saciedad ni tienes sueño ni ganas de estar despierto. Como a la espera de un golpe brusco que te sacuda y te quite la vida o que te dé la lucha, la prueba, que te invite al movimiento.
No puedes justificar el suicidio ante ti mismo, ni puedes demostrarte que vale la pena no hacerlo. 

Quiescencia.

Los optimistas te dirán:
Levántate.
Lucha.
Mejora.

Los pesimistas te dirán:
Cáete.
Muere.
Fracasa.

Ambos son sensatos. Tú decides
no caer
ni levantarte. Te mantienes.

¿Para qué?

1 comment:

Iguana said...

quieto, como un remolino, da vueltas, sí se mueve, pero se queda en el mismo lugar; tan esencial como ir hacia arriba, hacia abajo, adelante o atrás, estar quieto