Por: Perro
Black Hole Sun
Con el fondo de
la primera foto de un agujero negro
Ver ese agujero
negro es posiblemente una de las experiencias que me va a cambiar la vida para
siempre, y que de momento es de las más infravaloradas por mí.
Estás viendo
cara a cara (55 millones de años luz away, tho) al fin
a uno de los
fines
a la nada y
al todo
y al mismo
tiempo, no estás viendo nada.
Todo está
dentro y al mismo tiempo no existe
la luz cae
dentro de él...
y jamás nadie
lo había podido captar.
Cuando leí el libro
Breve historia del tiempo, se decía (no
en el libro) que era imposible porque al tragarse la luz, obviamente no puedes
captar nada porque no emite nada, y que la forma de verlo algún día sería ir
hacia él.
Más aún, mucha
gente llego a dudar de su existencia por no poder comprobarla (como suele
suceder y al mismo tiempo como hace tanta falta…)
Y hoy…
Ya con la
ciencia necesaria para saber que existen
vemos cara a
cara al horizonte de eventos
es la entrada
y la salida
el principio
y el fin
el tiempo se
ralentiza terriblemente para nosotros espectadores.
Pero alguien a
bordo de una nave siendo absorbida comenzaría a ver el universo correr a
velocidades inimaginables frente a sus ojos.
Para nosotros,
jamás moriría.
Para el
observador, estaría muriendo millones de veces.
Usando nuestra
casa como telescopio, las imágenes obtenidas usando un telescopio de un planeta
entero de magnitud se capturaron durante 5 días. Procesarlas tomó 2 años.
La ciencia es
algo intimidante, apasionante y sobrecogedor.
(Tengo lágrimas
en los ojos)
Particularmente
la ciencia del universo
Los extremos
Los límites, ya no de la experiencia humana,
sino de sus más abstractos pensamientos
La inmensidad
La
imposibilidad de poseer esas magnitudes
La vasta
existencia de algo que no alcanzas a imaginar
Mirar al cielo
y saber que estás viendo/no viendo fantasmas
y agujeros negros que devoran existencias infinitas.
Mientras tú
eres devorado por la tuya propia.
Preguntarse si
hay alguien más allá afuera, otro ojo o muchos de ellos, capaces de ver y
preguntarse y asombrarse con las mismas cosas.
Y saber que la
respuesta a esa pregunta, cualquiera que sea, es aterradora.
Y siete notas
en una escala perfectamente imperfecta es lo único que te refugia, que te
alienta, que te cobija, que te anima a seguir viendo a ese vacío desbordante.
(
y uno aquí, en FB)
Éste es nuestro
universo
Nuestras vidas
diarias
son ese
horizonte de eventos
No podemos ver
o imaginar mas allá de lo que alcanzamos a vislumbrar hasta lo que creemos que
es lo más lejano que podemos ver…
Nuestra
frontera la trazan nuestros ojos
y estamos
circunscritos a la experiencia humana.
Por eso ver ese
agujero negro es sobrecogedor.
Es la frontera
de las fronteras y la auténtica y única frontera.
Y de los (posiblemente)
centenas de miles de millones de personas que han existido, nos vino a tocar a
nosotros ser los primeros en asomar la cabeza al verdadero vacío. Ese que está
lleno a más no poder.
(Agradezco a
mis hermanos Adrián y Cristian, sin cuya conversación este texto estaría fuera
de nuestro horizonte de eventos)